Es una característica común que las personas busquen tratar de equilibrar su vida. ¿Quién no le gustaría encontrar el equilibrio perfecto entre la familia, los estudios, los amigos, el trabajo y las actividades personales?
El ritmo tan dinámico y veloz de la vida actual nos envuelve y nos deja poco tiempo para pensar o planificar nuestro mediano y largo plazo. Esto es un grave error, ya que precisamente en la visión que tenemos de nuestras vidas dentro de 3, 5 o 10 años es lo que nos proporcionará el equilibrio que tanto buscamos.
Aquí presento pautas de cómo organizarse
1. El trabajo: si lo que quiere o le interesa es obtener una buena posición económica, entonces no pierda dinero en gastos inútiles. Lo que debe hacer es ponerse objetivos y de acuerdo a sus ingresos, destinar una parte para ahorrarlo. Esto es clave. Con lo que gana usted puede llegar a tener lo que desea, solo es cuestión de organizarse. Establezca prioridades y sea consecuente, entre lo que compra y lo que desea con respecto a sus metas.
2. La familia: definitivamente lo más importante en la vida. No lo debe descuidar. Así le cueste noches y madrugadas de sueño, no puede desatender a la familia. Es la base de la sociedad y la base de su vida. Si se da cuenta, le puede faltar todo, menos alguien que lo reciba con una sonrisa al llegar a casa.
3. Los amigos: no podemos dejar de lado la vida social. El ser humano es un ser netamente social y por ende es necesario para su sobrevivencia que se relacione con los demás. Los amigos abren puertas en la vida que jamás nos hubieramos imaginado que existían.
4. Los estudios: indispensables para vivir en sociedad y progresar en la vida. Ahora, es posible poner un límite al conocimiento personal, pero no al colectivo. Si usted quiere poner un límite a su propio conocimiento, debe considerar sacrificarlo por alguno realmente valedero.
Una de las cosas más importantes para tener equilibrio en la vida personal: “walk the talk”, como se dice en inglés, que quiere decir, ser consecuente entre lo que se dice y lo que se hace. Ser consecuente con las metas.